
Ansiedad y Dolor
Un número significativo de personas tiene impedimentos individuales para acceder a una atención odontológica integral. Muchas de ellas han experimentado dolor a consecuencia de algún problema de salud bucal, lo que a su vez les produce temor y ansiedad frente a futuros tratamientos odontológicos.
En otras ocasiones, aún sin haber tenido una experiencia personal, han escuchado relatos sobre experiencias de atenciones odontológicas desagradables o dolorosas, asumiéndolas como propias. En toda atención odontológica se dan, en diversa medida, dos factores que pueden afectar la calidad de la atención misma: ansiedad y dolor, los que potencialmente pueden generar además diversos grados de secuelas psicológicas
La ansiedad es subjetiva, en tanto el dolor puede ser objetivado; ambas involucran estructuras y mecanismos diferentes del Sistema Nervioso Central (SNC) los cuales son filogenéticamente muy antiguos y se encuentran íntimamente relacionados.
Ambas sensaciones, aisladas o en conjunto, pueden constituir importantes barreras para el cuidado de la salud bucal y pueden verse agravadas a partir de experiencias adversas previas, desconocimiento o información atemorizante desde el medio.
El dolor inevitable, o evitable y no evitado, genera ansiedad que a su vez disminuye el umbral del dolor